Por registros que se conocen, la astrología ha existido durante miles de años, y ha pasado por un proceso evolutivo a través del tiempo. Esta evolución fue desde un aspecto limitado de la predicción de eventos gestionados por un grupo seleccionado de personas, en su mayoría relacionadas con la religión, hasta el conocimiento general de hoy día. En la actualidad está más relacionada con la psicología humana, la evolución y la orientación personal, más allá que la astrología mundana se encarga de analizar los eventos globales.
Se sabe que los sumerios ya adoraban al Sol, la Luna y Venus desde 4000 AC
Los llamaron: Sol – Utu, Luna – Nanna, Venus – Inanna
Los primeros “astrólogos”, aunque no fueran llamados así, eran las personas más inclinadas o preparadas para observar las estrellas y la predicción de sus movimientos. Estos se convirtieron en los primeros sacerdotes y asesores, dado que tenían el conocimiento para predecir ciertos eventos naturales o astronómicos. Dado su conocimiento, los sacerdotes fueron consultados principalmente para la “predicción” o “posibles resultados” de los eventos que estaban en la planificación para la clase militar o gobernante. No todo fue tan fácil, dado que cuando los resultados no salían como se habían anticipado, muchas veces los ‘astrólogos’ pagaban con sus vidas las predicciones erróneas.
Se ha encontrado información que comprueba que para el año 1300 aC, ya se realizaban cartas natales en función del mes de nacimiento.
Cuando los asirios conquistaron a los sumerios, tomaron sus dioses (planetas) y en la mayoría de los casos les dieron nuevos nombres. Los asirios le dieron tanta o incluso más importancia a los planetas conocidos y sus movimientos en las constelaciones. No solo tenían la creencia de que los planetas eran dioses, sino que estos eran la morada de los dioses.
Los nombres dados a los planetas, así como al Sol y la Luna fueron eventualmente reemplazados por los nombres griegos, luego los nombres romanos, y finalmente fueron traducidos al resto de los idiomas.
En tiempos de los asirios, los nombres de los siete planetas conocidos eran los siguientes:
Sol = Shamash
Luna = Sin
Mercurio = Nebo o Nabu
Marte = Nergal
Júpiter = Marduk
Saturno = Ninurta
Venus, llamada Ishtar por los asirios, fue muy importante para las civilizaciones antiguas.
Para los egipcios y los griegos: era la estrella de la mañana y de la tarde. Los griegos llamaron a Hesperus la estrella de la tarde y Fósforo la estrella de la mañana. Como diosa se llamaba Afrodita. Para los egipcios se compara con la diosa Isis. Para los romanos era la diosa Venus con los mismos atributos que los griegos. Ella era la diosa del amor, la fertilidad y la belleza. Para los mayas: Noh Ek, “la Gran Estrella” o Xux Ek, “La Avispa Estrella”. En otras partes de México, encarnaban a Venus en la forma del dios Kukulkán y Quetzalcóatl.
En Egipto, se encontró en el templo de Hathor en Dendera un zodíaco, llamada Zodíaco de Dendera, en la que ya están presentes los decanatos para cada signo.
Para los egipcios, además de los planetas conocidos, dieron importancia significativa a Sirio (Alfa Canis Maioris), el cual no se considera en la astrología. Eventos como la inundación del delta del Nilo, Sirio cayendo o levantándose sobre el horizonte, eran momentos de gran importancia en la vida de los egipcios.
Hay información disponible en libros e internet relacionada a la orientación de las pirámides de Egipto, donde apuntan las aberturas de la gran pirámide de Guiza y muchas otras curiosidades o coincidencias, que demuestran una relación especial de los egipcios con Sirio.
Los Godones, que habitaron y sus descendientes habitan en el norte de África, tienen relatos sobre la estrella Sirio que resultan muy interesantes. Sus ancestros hablaron de que tenían relación con seres muy avanzados provenientes de esa estrella, los cuales eran anfibios.
Con la información que hoy disponemos de las distintas culturas antiguas en todos los continentes, vemos que cada una de ellas dedico gran parte de su desarrollo al estudio de las estrellas. No muy diferente a hoy día con la necesidad de profundizar en el conocimiento de los planetas del sistema solar como con los confines del universo a través del uso de sondas espaciales y telescopios ubicados tanto en la tierra como en el espacio.