Hemos escrito varios artículos relacionados a nuestro funcionamiento, la astrología y la evolución de conciencia. A través del tiempo uno se interesó en el tema, ya que una mente curiosa quiere saber realmente cómo funcionan las cosas. Varios autores que han escrito sobre investigaciones científicas relacionadas al funcionamiento del cerebro como David L Weiner, Joel Garreau, Jeffrey Schwartz MD, Rebecca Gladding MD, Karl H. Pribram MD, Stanislav Grof MD, solo como para mencionar algunos, al igual que otros autores que dan un enfoque más espiritual al desarrollo personal como el franciscano Richard Rohr o el chamán Don Miguel Ruiz entre otros. Todos nos hablan del desarrollo de la conciencia.
Siendo que uno proviene de una educación informática y después de una exitosa carrera de más de 30 años en esa área, y llevando en paralelo la curiosidad por la astrología, resulta sencillo conectar el conocimiento actual del funcionamiento del cerebro con la astrología, y especialmente prestando atención a los ciclos evolutivos.
Si bien la astrología no está considerada actualmente como una rama de la psicología por parte de la ciencia, existen todas las evidencias que esta tendría que estar incluida. Cada vez que surgió algún desarrollo nuevo en la ciencia, este fue confrontado por el “establishment”, ya que cada cosa nueva rompe con el “statu quo”, y los intereses de quienes ya están afianzados en su vida profesional.
El psicoanálisis fue criticado en sus comienzos, y en esa rama, se dejó de lado a Carl Jung, por su enfoque más abierto por haber incursionando en la astrología. En ese aspecto Sigmund Freud no estuvo de acuerdo y por consenso general, se tomó como única verdad la de Freud. Esa marginación no es casualidad ya que la iglesia católica había sentenciado a la astrología en el siglo XVI.
Una de las obras más famosas que condena la astrología fue “Disputations against Adivinatory Astrology” de Pico della Mirandella, publicada en 1496, que detallaba problemas con la teoría y la técnica astrológica y condenaba la negación del libre albedrío que Mirandella vio en la práctica astrológica.
En 1586, el Papa Sixto V emitió una bula papal condenando la magia y todas las formas de adivinación, incluida la astrología horaria, electoral y natal. Vale decir incluyó a la astrología con otros métodos de adivinación, cuando la astrología se rige por conceptos astronómicos y cálculos matemáticos y apunta a medir las energías activas en la persona y el medio ambiente basado en el sistema solar.
En realidad, no lo podemos juzgar al Papa ni a sus seguidores por estas determinaciones, ya que al no saber de cómo es el funcionamiento de las cosas, estos las sentenciaron por el solo desconocimiento. En esa época no existía ni la NASA, ni la agencia espacial europea que le pudieran explicar que cada planeta en el sistema solar tiene una vibración y sonido particular, que el ciclo hormonal de las mujeres se rige por los ciclos de la Luna, al igual que el proceso de gestación y demás.
Todo se basaba en una doctrina que se impartía y se hacía cumplir verticalmente dependiendo el “iluminado” de turno que estuviera en el trono de San Pedro.
De la misma forma fue como se cambió al calendario Gregoriano, el que usamos hasta en nuestros días. El Papa Gregorio XIII luego de varias consultas modificó el comienzo de año para estar alineado con el ciclo solar.
Si bien tampoco este calendario es exacto, ya que hay una desviación de tiempo con la actual orbita de la tierra, este se sigue utilizando.
Esta breve reseña solo para marcar, de cómo hoy día nuestra vida está influenciada por determinaciones tomadas hace siglos atrás, cuando no se contaba con la información hoy disponible. Como se podrá ver, la iglesia católica tenia completa potestad de lo que era y no era, y había que vivir, y en muchos casos seguimos viviendo, bajo esas normas erróneas.
Si nos referimos a la astrología, la ciencia siguió con lo establecido por la iglesia en su momento, considerándola un método de adivinación, con lo cual sigue vinculada a la brujería y el satanismo, más allá de que nunca se hicieron análisis científicos que avalaran o desvirtuaran sus conceptos.
La ciencia de hoy pasó a ser la iglesia de ayer, juzgan y sentencian como la única verdad. La pregunta que nos debemos hacer es, si estamos tan avanzados en la ciencia, como es que hasta ahora no se encontró una cura contra el cáncer, el Sida, la prevención de un ataque cardiaco o una aneurisma. Y para citar solo un ejemplo de lo que estamos diciendo, el presidente G.W. Bush autorizó el gasto de $3.7 billones para la investigación de medicina tipo robot, que entrara en el flujo sanguíneo para destruir las células cancerígenas o células de grasa que encontrara. De eso hace 17 años atrás, que para la ciencia es como que paso un milenio. ¿Alguien conoce el resultado de esa investigación? Era y es mucho dinero del que estamos hablando, tendríamos que esperar algún resultado. Si hablamos del virus actual, donde podemos ver a la ciencia dar marcha y contramarcha con los remedios a aplicar, con poco éxito. Seguimos el mismo patrón de la pandemia de la Gripe Española de 1918, donde la ciencia recién comenzaba a tener peso. ¡El paralelismo es increíble! (En el blog hay un análisis astrológico con la comparación que lo demuestra).
El tema no es cuestionar lo que significa la ciencia, lo que se cuestiona es su potestad auto asignada de determinar lo que se acepta y no.
La otra parte que se relaciona al desarrollo de la persona, habla que todo el avance de la ciencia no ha mejorado las condiciones de vida de billones de personas en el planeta, sino que, las condiciones sociales han empeorado. No solo nos referimos a las cosas básicas como la alimentación, habitación, educación y salud, sino al estado mental de las personas.
Hemos avanzado en el conocimiento del funcionamiento del cerebro, pero la ciencia parece que solo se encarga de ‘descubrir’ las cosas, pero después no se hace nada con ello, más que crear algún medicamento en asociación con las farmacéuticas, para remediar un mal creado. Nada de prevención, cuando todo el esfuerzo tendría que estar puesto en prevenir un hecho, en lugar de tratar de repararlo después que pasó. Un vidrio después de roto se puede pegar y volver a usar, pero nunca va a ser lo mismo que antes que se rompiera.
El funcionamiento de nuestro cerebro es tan frágil como un vidrio. Todo nuestro esfuerzo como personas y como sociedad organizada (lo cual incluye a la ciencia), tendría que estar orientado a desarrollar hábitos y costumbres en nuestros niños que apunten a mejorar la calidad de vida, tanto de ellos como en su entorno. Hablamos de mejorar el medio ambiente, pero pareciera que no entendemos que somos nosotros mismos los que estamos maltratando y haciendo mal uso de él. Todo el mundo espera que el otro haga algo, pero para cambiar algo, se debe comenzar por uno mismo.
Si uno lo pudiera comprender, podría trabajar en cambiar sus malos hábitos y más importante aún, eso se lo enseñaría a los que vienen. A los niños que están creciendo, que están aprendiendo que es la vida, la sociedad, el mundo. La única forma de cambiar las cosas, es haciéndolo, pero primero y más importante aún, es sabiendo hacia donde uno va.
Nuestro cerebro tiene componentes que interactúan las 24 horas del día, así estemos conscientes de ello o no.
Los distintos componentes se dan por las características de nuestro ADN, pero no solamente por esto. Si fuera solo el ADN entonces sería muy fácil determinar el patrón de comportamiento de una persona. Aparte del ADN, hay que considerar lo que transmite la madre durante el periodo de gestación, sus estados emocionales y físicos, como así también hechos que se producen en el exterior, y las vivencias y educación después del nacimiento.
A partir del momento de nacimiento, la astrología determina las características básicas del recién nacido y desde ese momento se puede saber cuáles van a ser sus ciclos evolutivos.
La astrología tiene bien definida las distintas etapas de evolución de la persona, representada por los planetas intervinientes. Cada planeta tiene una vibración diferente y dependiendo del aspecto que haga con la carta natal, así serán las energías activadas. No estamos adivinando el futuro, simplemente estamos diciendo que condiciones van a existir. Uno es el que determina que hacer o no a cada momento. Se podría comparar con los aspectos meteorológicos que, por ejemplo, como viene un centro de baja presión, hay posibilidades de lluvia. Son las condiciones atmosféricas por las cuales uno puede ‘predecir’ que tipo de clima viene, está en mi salir con paraguas o no. ¡Si consideramos el pronóstico del tiempo como un sistema de adivinación, entonces los meteorólogos son brujos!
Nuestro cerebro trabaja en función de impulsos eléctricos y reacciones químicas. Ambas cosas pueden ser influenciadas por elementos externos. Por ejemplo, si tomamos varias copas de licor, este entra en nuestro flujo sanguíneo, llega a nuestro cerebro e impacta el funcionamiento del mismo. Podemos decir es un método de inducción directo.
Ahora consideremos la situación cuando entramos a un lugar que no conocemos, y por el solo hecho de entrar, nos sentimos incómodos, molestos o no nos gusta. ¿Qué sucedió? ¿Porque nos sentimos de la forma que nos sentimos, porque razón nos sentimos de esa manera?
¿Porque hay lugares a los cuales nos gusta ir más que a otros? ¿Alguna vez te hiciste esa pregunta?
Lo mismo sucede con otras personas. Pueda te encuentres con alguien que no habías visto antes y te cae muy bien, o por lo contrario con el solo hecho de decir hola, ya no te gusta la persona, no te cae bien.
Todo lo que somos, sentimos, pensamos se procesa en nuestro cerebro, y este responde no solo a inducciones directas como el alcohol, sino también a las energías con las cuales interactuamos a diario y a cada momento de nuestra vida. Estemos conscientes de ello o no.
Ahí es donde la astrología tiene una explicación donde la ciencia no. Como se mencionó en varios artículos anteriores, ¿como se explica que un día cualquiera, sin ningún motivo aparente, me levanto y estoy en guerra contra el mundo? Todo me molesta, y en unas horas esa sensación se va por si sola. Si vemos en la carta natal, probablemente veremos que había un aspecto de la Luna que generaba esa energía, la cual se representaba en un estado de ánimo. En nuestro cerebro algo había influenciado la energía eléctrica y las reacciones químicas entre las neuronas que nos hizo sentir de esa manera.
Esa sería la visión ‘fatalista’ que dice que somos víctima de las circunstancias. Pero, por otro lado, está la parte más importante que tenemos como seres humanos que es la conciencia. Esto nos permite, racionalizar lo que nos pasa y modificar la forma que nos sentimos. Esta sería la respuesta de una persona con cierto grado de evolución.
Nuestro cerebro es una maquina biológica podríamos decir, pero nuestra conciencia está por arriba de él. La conciencia puede controlar y manejar al cerebro. Nuestra reacción ‘natural’ es lo que nuestra maquina biológica hace en función de nuestros patrones programados como son el ADN, experiencia de vida, educación y demás; pero la conciencia está ahí para ser desarrollada. En un comienzo la conciencia está en su estado natural, alineada al cerebro.
Dependiendo de nuestra evolución de conciencia, así será nuestra vida. Esta puede estar determinada 100% por la carta natal, la cual es una piedra tosca y natural, o puede ser una piedra pulida y brillante, si hubiéramos trabajado en nuestro desarrollo personal y logramos elevar nuestro grado de conciencia. Al trabajar en nuestro desarrollo personal, vamos a ir ampliando y modificando nuestra red neuronal, llevándonos a la superación de las condicionantes ‘naturales’ originales, y pudiendo manejar las energías que nos impactan a cada día, de una manera objetiva y sin victimizarnos.
De la misma forma que podemos evolucionar en nuestra conciencia, podemos ir a nuestro estado más primitivo, el cual estaría determinado por la dominación por completo de nuestros condicionantes.
El cerebro no sabe lo que está bien, ni lo que está mal, ni sabe lo que es evolucionar. El cerebro es solo un procesador. Nuestra conciencia es lo que realmente somos.
Para elevar nuestra conciencia debemos ‘darle de comer’ a nuestro cerebro todo lo que sirva para mantenerlo activo y en su máxima ocupación productiva. Hoy día todo es noticias, social media y juegos electrónicos para mantener a la mente ocupada. Esta es la manera más directa de llevar a nuestro cerebro a su forma primitiva y rudimentaria.
Lo estamos viendo a diario en el mundo. Las sociedades enfrentadas por ideales que no conducen a nada, vacíos de substancia y con victorias y objetivos sin ningún valor agregado.
Desde el punto de vista astrológico, se marca que las energías activas en este periodo son muy complicadas, pero de ninguna forma justifican lo que pasa en el mundo. Simplemente lo que está indicando es el grado de abandono en el que está el ser humano en su proceso evolutivo. La ciencia pueda que esté a un nivel muy alto, pero el ser humano está en uno de los puntos más bajo en su desarrollo como especie.
Tendremos que tocar fondo o tendrá que pasar algo sumamente grave en el mundo, para que la humanidad vuelva a la senda del desarrollo de conciencia. Hoy por lo que vemos, estamos fuera del camino y con pronóstico reservado.
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