La Astrologia en el Siglo XXI – 2da parte

En el artículo anterior mencionamos el tema relacionado a las vibraciones del corazón y como estas son únicas para cada individuo, las cuales pueden identificar a cada persona al igual que las huellas digitales.

El objetivo de tratar estos temas se debe a que, la mayoría de las personas no entiende como las energías en las cuales estamos inmersos permanentemente, pueden interferir con nuestro funcionamiento.

La astrología “mide” las energías que se manifiestan entre los cuerpos celestes del sistema solar y nosotros. Es un sistema de medición que analiza las energías que genera cada planeta, pasando por la grilla que es nuestra carta natal, dándonos un resultado personalizado en esa combinación.

Por si alguien todavía tiene alguna duda, pueda ser que con la información que se dio a conocer en estos días, este principio enunciado quede más claro.

Está disponible en el mercado un dispositivo de sonido el cual podemos escuchar directamente sin el uso de auriculares. Lo interesante de esto, es que, mientras nosotros si escuchamos los sonidos del aparato, las personas que están a nuestro alrededor no los escuchan.

Esta tecnología permite estar jugando un videojuego, hacer una teleconferencia, escuchar música, ver videos y demás, sin tener auriculares puestos, por lo cual uno también escucha el ruido ambiente.

Lo que se podría definir como ciencia ficción (o en otros momentos se hubiera definido como magia), hoy la tecnologia lo hace posible.

Para aquellos que comprenden el tema de las vibraciones y frecuencias, tanto en nuestro cuerpo como en nuestro medio ambiente, podrán darse una idea de cómo funciona el nuevo dispositivo.

Para aquellos que no, lo que sigue pueda les ayude a comprender mejor. Nuestro cerebro procesa información a través de nuestras neuronas, basado en información recibida en modo de frecuencias e impulsos eléctricos que provienen desde nuestros cinco sentidos, en adición a información que nos llega de otras fuentes, como pueden ser el medio ambiente, otras personas y también de cosas que no vemos, pero que si poseen un campo energético.

¿Cómo llega por ejemplo la música a nuestro cerebro, para que este la procese y podamos escucharla?

Nuestro sistema auditivo a través de todos sus componentes, capta un sonido y genera un estímulo eléctrico el cual va al cerebro para ser procesado, y como resultado podemos ‘escuchar’ el sonido. Lo que se describe es una secuencia de acciones que suceden en un tiempo para nosotros imperceptible. Esto nos puede dar una idea de la velocidad de procesamiento que tiene nuestro cerebro.

Dejemos el oído de lado por un instante y pensemos ¿qué pasaría si se pudiera generar una frecuencia que nuestro cerebro interprete como que proviene del oído, pero que en realidad proviene de otro lugar?

Nuestro cerebro identificaría la señal y la procesaría y escucharíamos ese sonido, más allá de que no estuviera presente en el ambiente. Esta es una manera muy simplificada de como funciona este nuevo aparato.

Con eso se puede deducir que tanto nuestro oído, como el resto de nuestros sentidos, podrían ser reemplazados por algún aparato que nos estimulara nuestro cerebro, con información que nosotros ‘percibiríamos’ de alguna forma, pero la cual podríamos o no saber de dónde provino.

Se ha avanzado de tal forma en el conocimiento de cómo es el funcionamiento de nuestro cerebro, que como podemos ver, se están comercializando dispositivos que interactúan directamente con él.

La pregunta que nos debemos hacer es, ¿cómo diferenciamos si algo que sentimos es real o ha sido ‘implantado’ desde afuera? Todos los pensamientos que tenemos son de nuestra propia creación?, ¿o pueda que provengan de otra fuente?

Utilizando la astrología, un estado de ánimo que no sabemos de dónde provino porque se dio sin ninguna causa aparente, lo podríamos identificar con algún tránsito de la Luna, por ejemplo.

Gradualmente se va conociendo información que va relacionando cosas que no se comprendían, o se les daba un sentido ‘esotérico’, y hoy día la tecnología la aplica en forma comercial.

Klaus Schwab, economista, ingeniero y administrador de empresas alemán, con múltiples doctorados y reconocimientos a nivel global, ha escrito un libro llamado ‘The Forth Industrial Revolution’, o ‘La Cuarta Revolución Industrial’. Sintetisando, Schawab habla en este libro del futuro que ve para la humanidad, con la unión de nuestra parte física, con la tecnología y la biología. El avance tecnológico ha llegado a un punto tal, el cual permite que un microchip, puede ser implantado en cada persona y con eso pasar a formar parte de una red global, donde toda la información producida por cada persona, incluidos sus pensamientos, se podrían observar y procesar a distancia. Teóricamente el objetivo de esto es prevenir enfermedades, delitos, comprar y vender sin necesidad de llevar consigo ningún medio de pago y demás.

Como con cualquier sistema centralizado, la pregunta que viene a la mente es, quien tiene el control de la información y que se hace con ella.

Como podemos ver hoy con la tecnología que utilizamos a diario, la inteligencia artificial nos está automáticamente dando la respuesta a un email, o nos está bloqueando un artículo que subimos a las redes sociales, nos sugiere amigos y demás cosas que ya tomamos como normales, simplemente porque el algoritmo que alguien programó asi lo determina.

En la actualidad las empresas tecnológicas trabajan con muy poca supervisión de los gobiernos, y tienen alcance más allá de las fronteras de cualquier país, con lo cual, es válido preguntarse, donde va a estar el centro de control global, si la visión de Schwab se cumple. ¿Tendremos las personas algún tipo de decisión en ello? Hoy por hoy, con las grandes tecnológicas no lo tenemos. Ellos son los que hacen y deshacen sin ningún tipo de supervisión. Ellos solo miran por sus intereses comerciales.

La astrología solo sirve para medir determinadas energías que nos afectan, pero somos nosotros los que tenemos la última palabra en hacer o no hacer a cada momento. Si todo avanza como se pronostica, realmente tanto la astrología como nuestro libre albedrío se verían limitados, y estaríamos muy cerca de convertirnos en ‘borgs’ como lo anticipó la serie de ciencia ficción Star-Trek, donde pasaríamos a ser solo un punto dentro del conjunto global, perdiendo en el proceso nuestra libertad e identidad individual.
https://apnews.com/article/new-tech-device-sound-beaming-noveto-38327ae5fe116080a5eaf2374eb0f5c8?mc_cid=a710463c5f&mc_eid=095e96409a

https://en.wikipedia.org/wiki/Klaus_Schwab

https://www.amazon.com/Astrologia-Siglo-XXI-Spanish/dp/1790692180

Gran Conjunción Júpiter y Saturno junto al solsticio de diciembre 2020

Leave a Reply