El ADN y la Carta Natal

Según Wikipedia, el ADN fue aislado por primera vez por el médico suizo Friedrich Miescher, quien en 1869 descubrió una sustancia microscópica en el pus de vendajes quirúrgicos desechados.

Según The Human Genome Project, esta fue una de las hazañas más grandes de investigación en nuestra historia. Un equipo internacional de investigadores trabajó incansablemente para secuenciar y mapear todos los genes, conocidos en conjunto como genoma, de nuestra especie Homo Sapiens.

Durante el trabajo realizado entre octubre de 1990 y abril del 2003, el HGP nos dio la capacidad, por primera vez, de leer el plano genético completo de la naturaleza para construir un ser humano.

El ADN lleva las instrucciones para el desarrollo, crecimiento, reproducción y funcionamiento de toda la vida. Las diferencias en el código genético son la razón por la que una persona tiene ojos azules en lugar de marrones, por qué algunas personas son susceptibles a ciertas enfermedades, por qué las aves solo tienen dos alas y por qué las jirafas tienen el cuello largo.

La astrología por otro lado, existió por más de cuatro mil años, y ha sido practicada por Reyes, Faraones, Gobernantes, Papas y famosas personalidades en la historia en áreas de la ciencia, artes y la política.

Algunos ven a la astrología como una herramienta de adivinación, y eso es algo que pueda haber tenido origen desde la iglesia católica, pero esa definición dista bastante de la verdad. La astrología es solo una herramienta que nos brinda las características natales de la persona y a partir de ese momento define los ciclos energéticos durante la vida. Ni la astrología, ni nada que nos rodea, nos quita responsabilidad sobre las acciones que tomamos. Estas están siempre bajo nuestro control y dependiendo de esas acciones, como todos sabemos, habrá consecuencias. Se debe considerar que las energías no se materializarán por si solas, sino que tiene que haber una acción que las canalice. La astrología puede determinar el ciclo energético, pero no lo que la persona pueda hacer o dejar de hacer.

Con estos conceptos dejamos atrás la parte de ‘adivinación’, que no es el propósito de este artículo.

Con los hallazgos del Proyecto del Genoma Humano, ahora sabemos que nuestro ADN contiene un mapa o plano de lo que somos. Detalla desde nuestras características físicas, hasta lo que probablemente será la enfermedad que nos llevará a la tumba, si antes no morimos en un accidente.

Esto significa que, al mirar nuestro ADN y nuestras interacciones en las redes sociales, cualquiera puede tener una comprensión completa de nuestras características físicas y nuestro estado mental. Con la información disponible hoy en día, no hay dudas que somos transparentes y predecibles.

Pasemos ahora a la astrología. Nuestra carta natal proporciona información muy similar al ADN. Al leer la información de la carta, un astrólogo puede identificar en la persona algunas características físicas; gran parte del perfil psicológico al nacer, qué enfermedad es la más posible a contraer durante su vida, incluyendo la probabilidad de que provocará su salida de este plano. (Incluidos accidentes).

¡Alguien puede decir tonterías! ¡Charlatanería! ¡Blasfemia! etcétera etcétera.

Pero si alguien acepta que el ADN contiene información de nuestras características, cual es la enfermedad con más posibilidades a contraer y el resto, ¿por qué no es de público conocimiento que la astrología ha estado proporcionando información similar durante milenios?

Leer el ADN es solo información, similar a leer una carta natal. Tanto el ADN o una carta natal no evitan que una persona se enferme, a menos que esta tome medidas para disminuir el aspecto débil o condicionante con el que nació. De la misma manera que el ADN cambia a lo largo de la vida debido a los hábitos (tanto físicos como mentales), de la misma manera se pueden ‘evolucionar’ las condiciones llamémosle ‘negativas’ indicadas en la carta natal. Este proceso se conoce comúnmente como ‘evolución de la conciencia’. En otras palabras, trabajar para pulir las asperezas que uno tiene.

En este punto, si todavía estás leyendo pero te queda alguna duda, me permito mencionar lo siguiente, lo cual es mi experiencia personal.

He trabajado una gran cantidad de cartas natales, en su gran mayoría de personas que no conozco, algunas de las cuales ni siquiera conozco sus caras ya que nos comunicamos por teléfono, y todos los aspectos personales mencionados en base a la carta natal estaban en lo cierto. Algunas personas se sorprenden y no pueden creer que simplemente con la carta natal salga información ‘reservada’ de aspectos personales que estos no comparten con los demás o muy pocas personas conocen. No soy un psíquico, vengo de una formación y exitosa profesión en el área de la tecnología. La astrología era solo un hobby para mí.

Cuando entré en contacto con la astrología años atrás, fui muy desconfiado y no creía en los conceptos astrológicos porque pensaba que desafiaba mi ‘libre albedrío’. Me tomó años entender (a fuerza de golpes) que sí tenemos libre albedrío, pero dentro de ciertos límites establecidos previamente (contextura física, familia, país, educación, género y demás).

Resumiendo, se debe entender que tanto el ADN como la carta natal, ambos solo brindan información sobre los condicionantes y potenciales que se traen a este plano cuando se nace.

Las acciones realizadas desde el momento que se tiene conciencia hasta hoy, estas fueron las que marcaron el camino recorrido en la vida. Dependiendo de las acciones tomadas, es posible que hayas modificado tu ADN original, así como también tus aspectos natales presentes en la carta natal.

Este punto es muy importante y vale la pena aclararlo. Uno puede nacer con algún elemento condicionante, pero es uno y solo uno, haciendo uso del libre albedrio, el que lo puede modificar. Cada cosa a mejorar llevará su trabajo y esfuerzo (mental y/o físico), y pueda se logre superarla parcial o totalmente, pero depende solo de la persona para poder hacerlo.

La astrología además de nuestro perfil natal, brinda los ciclos energéticos que cada uno personalmente atravesará en la vida. Hay momentos más favorables para trabajar en algo que otros. La astrología provee esa información. No es muy diferente al pronóstico del tiempo.

Si sabes que va a llover, lo más probable es que no vayas a la playa. Con nuestro camino en la vida sucede lo mismo. Si no somos conscientes de los ciclos energéticos de nuestra persona, puede suceder que en nuestra vida decidamos ir a la playa en un día de tormenta. Si esto pasa, ¡No culpes al clima!

Por lo que sabemos, la astrología pone a nuestro alcance información adicional que el Proyecto del Genoma Humano no proporciona, estos son los ciclos energéticos de la vida; a menos que esa información también esté almacenada en nuestro ADN, pero que no se mencionó hasta ahora.

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