De los procesos evolutivos
Desde antaño se describe que los principales procesos evolutivos son de 7 y 14 años.
A los 7 años se definía como la edad suficiente como para comenzar el aprendizaje formal
A los 21años (7 X 3) se definía como “la mayoría de edad” donde se podía participar en actividades civiles y sociales dado el grado de “madurez” obtenido.
Astrológicamente, si bien se pueden contemplar los tránsitos para cada momento de la vida, se presta particular atención a lo que se denomina “el retorno de Saturno”, y la “oposición de Urano” como los momentos importantes en la etapa evolutiva del ser.
Estos aspectos se producen entre los 28 (7×4) y 30 años de edad la primera vez y los 42 (7×6) años para Saturno y Urano respectivamente. Durante estos periodos la persona se va a encontrar con situaciones, hechos, circunstancias que le van a mover las estructuras en las cuales está basado el individuo y se presentaran oportunidades para producir un cambio.
El Ciclo Solar
Aproximadamente cada 365 días el Sol vuelve a estar en el mismo lugar (signo, grados y minutos) que estaba al momento de nacer. En ese momento, “volvemos a nacer” con una nueva carta que se denomina Revolución Solar. La Revolución Solar, es una carta que se realiza tomando como base el lugar donde la persona pasa su cumpleaños y la interpretación es similar a la de la carta natal, solo que las energías se manifiestan para el periodo determinado entre cumpleaños.
Las energías plasmadas en cada cumpleaños se dan por la posición de los planetas según las casas donde están ubicados. Si la persona cumpliera años siempre en el mismo lugar, existe un ciclo de 12 años, donde el Sol volverá a estar en la misma casa que al comienzo del ciclo. Con esto cierra un ciclo de 12 años, donde el Sol paso por cada casa de la carta natal.
Proceso Evolutivo – El Retorno de Saturno
El retorno de Saturno es un periodo de prueba, donde por lo general uno no se siente en su mejor momento y el medio ambiente que nos rodea (trabajo, familia, amigos) nos presenta con mayores exigencias, las cuales son difíciles de evadir. Se puede llegar a presentar como con un aumento de responsabilidades.
Esta etapa se debe tomar como de maduración. Como todo tránsito, no es ni bueno ni malo, sino que es por algo que se tiene que pasar, pero se lo considera malo, porque de alguna forma atenta contra las estructuras formadas hasta ese momento las cuales pueden llegar a producir cambios no deseados. Hasta podría ser un periodo de nuevos rumbos.
Imaginemos un cohete saliendo hacia el espacio donde se va desprendiendo de los motores que lo llevaron hasta ese punto y donde se encienden los de la otra etapa. De la misma manera, se nos presenta la oportunidad para producir cambios que marquen un antes y un después.
Dependiendo en la casa donde se encuentre Saturno natal va a depender las circunstancias que se le presentaran a la persona. Cada uno lo experimentara de alguna forma en particular.
Como ya se mencionó en otros artículos, el concepto que se debe entender, es que los aspectos de los planetas producen “energías” y tanto los hechos, circunstancias o personas que intervienen en la “puesta en escena” son los canalizadores de esta energía. No son ni buenos ni malos, son solo los instrumentos encargados de materializar esta energía.
El primer ciclo de Saturno se produce entre los 28 y 30 años y se vuelve a repetir entre los 57 y 59 años de edad.
Esto nos indica de dos procesos evolutivos completamente distintos. La misma energía se va a estar generando en cada ciclo, pero por la diferencia de edad de la persona, se van a presentar por lo general a través de diferentes circunstancias. Si en el segundo ciclo se presentan similares temas a manejar que en el primero, esto es una clara indicación de que la oportunidad que se presentó de evolucionar en el primero ciclo no se aprovechó. Camino en el que no se avanza, se vuelve a transitar.
En el primer ciclo se da la oportunidad de comenzar con un nuevo patrón de comportamiento hacia los demás y los que nos rodea, mientras que, en el segundo ciclo, apunta más hacia el crecimiento interior, porque a estas alturas, uno debería saber de cómo funcionan las cosas y no se debería estar tan involucrado en el desarrollo del mundo exterior (material).
Si el mundo exterior se presenta con problemas grandes en el segundo ciclo, lo más probable es que no se haya tomado el camino correcto tanto en el primer ciclo, como en los aspectos intermedios que se le sucedieron.
La Evolución – Urano
El otro transito que tiene un efecto significativo en el desarrollo evolutivo de la persona, es la oposición de Urano.
Urano que fue descubierto al comienzo de la revolución industrial, tiene un ciclo de 84 años, pero particularmente el medio ciclo a los 42 años (7×6) es muy importante. Comúnmente se lo conoce como la crisis de los 40s.
La energía generada en este periodo permite comenzar a procesar toda la información, experiencia de vida y espiritualidad en forma conjunta y da pie para el comienzo de una etapa evolutiva.
Durante este periodo, la persona se siente dejando la juventud y entrando en una nueva etapa. Podríamos decir que existen dos caminos alternativos a seguir. Uno el cual llevará al desarrollo espiritual, capitalizando todo lo vivido y aprendido hasta ese momento y el otro, es haciendo una regresión al pasado (enfocado en lo material), el cual es el camino que lleva a la degradación del ser espiritual. Se trata de permanecer en la “juventud”.
La oposición de Urano viene a representar el “umbral de la universidad de la vida”. Hemos terminado el high school y ahora viene la verdadera “carrera o profesión” que queremos seguir, no desde el punto de vista laboral, sino evolutivo.
Si se decide seguir por el camino evolutivo, comenzará una etapa de autoestudio, de búsqueda del mejor método o forma para conectarse con uno mismo, y se podrá tomar con la misma responsabilidad, tanto los temas familiares, laborales y sociales, como los de evolución personal. Se puede lograr el equilibrio entre las partes, que en otro momento no se tenía.
Cabe aclarar que el desarrollo personal es un camino que, si bien puede tener un camino ascendente, nunca se llega a la meta. Siempre quedará algo por aprender o mejorar.
Si se eligió el camino de la evolución, la conjunción de Urano a los 84 años (7 x 12), será un periodo de entendimiento y conexión de nuestra energía personal con las energías universales, por lo contrario, si no seleccionamos el camino evolutivo, seguiremos inmersos en los problemas terrenales del día a día.